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viernes, 11 de noviembre de 2016

Un año desastroso para la democracia






El “brexit”, el voto negativo en Colombia en contra de los acuerdos de paz y más recientemente la elección de Donald Trump en contra de todas las expectativas muestra una de las debilidades de la participación democrática.

El hecho de que el voto a favor de una separación del Reino Unido de la Unión Europea, en contra de las negociaciones de paz en Colombia o a favor de la presidencia de Donald Trump haya sorprendido al mundo, es una señal del abismo que separa a las personas que observamos estos fenómenos políticos desde nuestros escritorios con la percepción de una mayoría de los ciudadanos.

Estos resultados que pueden parecer contraintuitivos no sólo ponen de manifiesto lo absurdo que resulta idealizar los mecanismos de participación democrática.  La voz del pueblo no solo no es la voz de Dios sino que incluso muchas veces no es ni siquiera la voz de los propios intereses del pueblo.  También son una grave advertencia al establecimiento político sobre la distancia abismal que existe en muchos casos entre el status quo y los miedos y angustias de los pueblos, los cuales son bien aprovechados por los movimientos populistas de extrema derecha e izquierda.

Tras un año desastroso para la democracia nos espera una nueva era incierta en donde los apologistas de discursos de odio amenazan muchas de las conquistas en derechos humanos ganadas en el siglo pasado.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Las Farc son su peor enemigo

Timochenko, máximo líder de las Farc, actualmente en conversaciones de paz con el Gobierno Colombiano

Los hechos recientes: el asesinato de líderes indígenas en una aparente confrontación con miembros de las FARC al intentar retirar una valla del grupo armado ilegal en la que invitaban a celebrar el aniversario de fallecimiento de su antiguo líder Alfonso Cano pone de manifiesto uno de los mayores obstáculos del proceso de paz en Colombia.

Las FARC son su peor enemigo.  Al dar muestras de arrogancia continuamente con declaraciones y comunicados retadores con la intención de mostrarse fuertes y poner de manifiesto que aun tienen capacidad militar sólo reflejan su inmensa miopía política.

Acusar a la justicia indígena por la condena contra los miembros implicados en esta seria violación de los principios mínimos del Derecho Internacional Humanitario de ser desproporcionada o insinuar que deberían ser ellos mismos los que juzgaran el asunto son declaraciones que se devuelven contra el grupo terrorista como un bumerán.

Al final del día, la voluntad de conseguir la paz requiere más que un pliegue de peticiones y desconociendo que son ellos también parte del problema al desconocer hasta hace poco a sus víctimas en el conflicto.

Se requieren más pasos y las FARC deben entender que no es sólo sobre el estado colombiano sobre el que debe apuntar el dedo acusador.

Para terminar esta entrada le vendría a las Farc muy bien las palabras dedicadas por el presidente uruguayo José Mujica en entrevista a El Espectador:

Era impensable que usted, luego de ser guerrillero, fuera presidente de la República. ¿Así de utópico en esta época sonaría que algún líder de las Farc pueda llegar a ser presidente de Colombia?

Sí, pero puede ser. Tendría que transformarse él también y el tiempo, que es un gentil hombre, y aprender muchas cosas. Tener una capacidad de tolerancia muy grande y aprender que los procesos son lentos. Necesitamos una buena dosis de humildad. Cuando somos jóvenes somos muy apurados y muy ingenuos, nos parece que es posible cambiar el mundo y nos parece que lo sabemos todo. En la medida en que vamos envejeciendo, cuando las piernas flaquean, tenemos mayor tolerancia y nos damos cuenta de que lo imposible siempre cuesta mucho más.

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miércoles, 6 de agosto de 2014

La intolerancia, el obstáculo más grande del proceso de paz en Colombia

Jaime Restrepo, abogado Uribista quien respondió con mensajes intimidatorios las acusaciones del senador Iván Cepeda

En los últimos días, la discusión entre el abogado Jaime Restrepo y el senador del Polo Democrático Alternativo Iván Cepeda han puesto de manifiesto que es la intolerancia el obstáculo más grande del proceso de paz.

Es lamentable que en momentos en que el Gobierno se encuentra ad portas de iniciar la discusión sobre el reconocimiento de las víctimas, sectores políticos de derecha e izquierda radicalicen sus posturas. 

Para los primeros, al no reconocer siquiera la existencia de un conflicto armado, las únicas víctimas legitimas son las producidas por las Farc.  Son los mismos que no permitieron la aprobación de la ley de víctimas ya que "equiparaba a las FARC con los miembros de la fuerza publica" y quienes en cabeza del ahora senador Álvaro Uribe no se sonrojan en criticar de antemano el proceso de paz ante la posibilidad de que las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las FARC pudieran quedar impunes, pero al mismo tiempo proponen la excarcelación de militares ya condenados por sus actuaciones en el conflicto armado. 

En el caso de los segundos, por su parte, existen también radicalismos de izquierda entre quienes no dudan en condenar las graves violaciones que han sido cometidas y se siguen cometiendo por miembros de las Fuerzas Armadas y grupos paramilitares pero titubean al condenar estos mismos actos contra la población civil cometidos por las FARC. 

No es extraño entonces que el señor Jaime Restrepo, quien protagonizo otro episodio de intolerancia política en Colombia, sea presidente de la asociación "víctimas de la guerrilla terrorista" dando a entender que para él las únicas víctimas o en todo caso, las únicas victimas que merecen ser atendidas son las que han sido dejadas por los grupos armados ilegales.
 
En entrevista en Blu Radio, Restrepo ratificó los mensajes publicados en contra del senador Cepeda en los que usando términos soeces califica a Cepeda de "guerrillero asqueroso" entre otros calificativos repudiables.

Lo cierto es que Jaime Restrepo fue quien tiró la primera piedra al ironizar en un tweet diciendo que si Iván Cepeda era una victima del conflicto entonces él era la madre Teresa de Calcuta (desconociendo desde su radicalismo de derecha que el padre de Cepeda fue asesinado por agentes del estado por su militancia en la Unión Patriótica, partido de izquierda que fue exterminado en la decada de los 80s en Colombia).

Cepeda le replicó que él no era la madre Teresa sino alias 'Samuel', en referencia a denuncias publicadas en Semana.com por un columnista que afirmó en 2012 que Restrepo habría recibido el apoyo de grupos paramilitares en su aspiración al cargo de Personero en el municipio de Sonsón lo que desencadenó una andanada de insultos por parte de Restrepo.  

En esta misma entrevista a Blu Radio Restrepo dejó de manifiesto no solo la intolerancia de los sectores más radicales de la derecha que podría poner en riesgo el Proceso de Paz, sino que da muestra a su vez de los dobles estándares de estos actores políticos en Colombia.

No puede explicarse de otra forma la actitud de Restrepo en esta entrevista en la que dice sentirse amenazado por Cepeda al volver a traer a la luz la mencionada columna en la que se le señala de aliado de los paramilitares y lo responzabiliza de cualquier riesgo que su vida pueda correr por este ataque al mismo tiempo que acusa a Iván Cepeda de ser guerrillero sin pruebas y adicionalmente tacha a medios que han sido críticos de su labor de ser auxiliadores de los terroristas.

Muestras públicas de intolerancia y radicalismo como esta muestran el difícil camino que Colombia deberá atravesar para lograr su reconciliación mientras se siga alimentando la polarización y el desconocimiento del otro como victima del conflicto.


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jueves, 1 de agosto de 2013

La hora de las victimas






Que las FARC hayan hecho público en una entrevista concedida a ANNCOL que están dispuestas a pedir perdón, no es un anuncio de poca monta.


“Yo no tengo problema en decirle a una señora, a una familia: ‘siento el dolor que le hemos producido con la muerte de su ser querido.’ Pero esto es mucho más complejo”.  Pablo Catatumbo

La reticencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia de reconocer que existieran otras victimas diferentes a las victimas del paramilitarismo y del terrorismo de estado o que sus victimas son insignificantes en comparación con la de los demás actores del conflicto, era una bofetada que las FARC le daban a las personas que le dan un margen de confianza al gobierno.

El desdén a reconocer que como parte del conflicto, las FARC han sido generadores de victimas civiles ha sido el mejor combustible de las fuerzas de derechas, lideradas por el ex presidente Álvaro Uribe.

Uribe tiene un discurso de odio que es sin embargo efectivo en las elecciones.  Fue elegido tras el rechazo al fracaso proceso de paz adelantado por el Gobierno de Andrés Pastrana, prometiendo el aniquilamiento de las FARC y pudo ser reelegido con la misma fórmula.

Si bien es cierto que éste hizo otro tanto igual o peor al rehusarse a reconocer las víctimas por parte de los Agentes del Estado en la ley de víctimas, su discurso vende la idea de que el Proceso de Paz adelantado por su sucesor, Juan Manuel Santos, es uno en el que una de las partes se le concede todo sin que exista ningún reconocimiento de su parte de responsabilidad en un conflicto de más de 50 años.

De concretarse esta promesa junto al anuncio por parte de la delegación gubernamental de incluir a un representante de las víctimas del conflicto al momento de discutir este punto de la agenda podría reavivar la esperanza de un proceso que tiene muchos detractores.

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miércoles, 27 de marzo de 2013

Las objeciones de Pastrana al proceso de paz

Ex-presidente Andrés Pastrana

Tras el fallo desfavorable para Colombia de la Haya, el Presidente Santos quien se sentía injustamente castigado por la opinión pública sugirió el levantamiento de las Actas de la Comisión Asesora de Relaciones Internacionales en la que tienen asiento los ex presidentes colombianos para determinar la responsabilidad en el manejo del caso de los dos gobiernos que tuvieron en sus manos la disputa de soberanía (Andrés Pastrana y Álvaro Uribe).

El ex presidente Pastrana al parecer entendió tal solicitud como un ataque directo a su administración y un hecho que según él, de haberse concretado haría que se pierda la confidencialidad de los temas tratados por la comisión y que ningún expresidente acepte integrarla.

Posteriormente vino la renuncia de Andrés Pastrana dejando en claro el distanciamiento de un presidente que hasta el momento ha mantenido una importante representación minsterial por parte de miembros del ala 'Pastranista' del Partido Conservador en el Gobierno de Juan Manuel Santos.

Lo que no se esperaba es que las diferencias iban a escalar al punto que Pastrana afirmara que Santos no tenía un mandato para la paz.  Especialmente, siendo Pastrana el impulsor de los diálogos de paz en el Caguan que se extendieron por más de 3 años también con las Farc y que incluyeron despeje territorial.

El Ministro del Interior, Fernando Carrillo respondió de forma airada a los reclamos de Pastrana señalándolo de haberse aliado con la extrema derecha y recordando que no hace falta un mandato específico para la paz porque la constitución colombiana señala su búsqueda como uno de los deberes del estado.

El Portal Ola Política ha respondido una a una las objeciones de Pastrana al proceso:

No se requiere mandato expreso para buscar la paz

Es verdad que el presidente Santos no pidió en la campaña electoral un mandato para hacer la paz. No era necesario. Lo tiene por mandato de la Constitución Nacional. Artículo 22: “La paz es un derecho y un deber, de obligatorio cumplimiento”. Ese deber también obliga a los expresidentes de la República.



¿División en el país? ¿División en las Farc?

Claro que el país está dividido, por muchas razones. No hay en Colombia propósitos nacionales. Es una lástima. Pero también estaba dividido durante su gobierno. Más que en otras épocas. Pastrana perdió la primera vuelta presidencial con el candidato liberal Horacio Serpa, y ganó la segunda por menos de tres puntos. El 47 por ciento de los ciudadanos que votó en 1998 no estuvo de acuerdo en que el candidato conservador fuera el Presidente de Colombia. No obstante el Partido Liberal, en una oposición patriótica, le brindó un amplio y desinteresado respaldo para que pudiera hacer la paz, que no logró.

Cuando critica que estamos en un proceso electoral faltando un año para elegir Congreso y quince meses para elegir presidente, olvida que él sí estuvo negociando durante una época muy próxima a las elecciones. Lo hizo hasta febrero de 1998, a pocas semanas de elegir el Congreso de la República y a solo tres meses de elegir al nuevo Presidente de la República.

¿Que no están los jefes militares negociando? Él mismo reconoce que en la mesa de El Caguán no estuvo Jojoy, ni se sentó Marulanda. Apenas merodeaban por la zona, muy a sus anchas como estaban allí. Olvida el expresidente que las Farc durante 49 años se han distinguido por su vertical y jerarquizada comandancia y que el jefe superior, Timochenko, como se ha demostrado, está muy al tanto de lo que ocurre en Cuba. Además, ninguno de los jefes que echa de menos ha manifestado que no se siente representado en la Mesa. Allí sesiona, por cierto, como coordinador del grupo revolucionario, nada menos que  Iván Márquez, uno de los históricos y de los duros.



Uribe se opuso a la paz de Pastrana

¿Qué pasa si alguien de la extrema derecha desconoce los resultados de la negociación? Toca hacer los acuerdos sin su beneplácito y ejecutarlos. Lo mismo hubiera hecho Pastrana si firma en El Caguán. El doctor Uribe Vélez, a quien se refiere, propuso la fórmula de guerra a ultranza fue en su gobierno. Uribe argumentó por la confrontación armada sin dilaciones, sin contemplaciones, de manera total, fue a propósito de su proceso de paz. La memoria es frágil. Si Pastrana logra la paz hubiera tenido que firmarla y ejecutarla por encima del criterio de Uribe Vélez, y este tal vez no hubiera sido Presidente de la República, al menos ese año de 2002.


El Presidente Santos si ha convocado al país y a la clase política. Incluso de manera pública se ha manifestado a favor de expresiones de solidaridad que surgen frecuentemente desde espacios diferentes a los de su gobierno. Para la muestra un botón: la marcha del próximo  9 de Abril. El convenio de que “nada está acordado hasta que todo está acordado”, es lógico. Si se malogra el proceso después de haber llegado a determinadas coincidencias y a pareceres conjuntos, no se podrían ejecutar. Porque, sencillamente, como no hubo acuerdo para la paz, la guerra sigue.



El cuento de la “espada de Damocles referido  a la Corte Internacional, es relativamente cierto. Por consiguiente, relativamente inaplicable. Si el gobierno hace acuerdos a la luz del marco jurídico para la paz, que es un mandato constitucional; si los acoge el Congreso; si para abundar en legitimidad se impone algún mecanismo de consulta popular; es claro que el país, en su criterio soberano los respalda  y son de obligatoria aplicación. Por lo demás, la justicia internacional complementa la justicia de un país, no la reemplaza. Y la justicia, aquí y en Cafarnaúm, es la que señalan las leyes del respectivo país.



Los terroristas en La Habana, los mismos de El Caguán

Dice el expresidente que las Farc son un grupo terrorista, como si descubriera el agua tibia. Mucho antes de que algunos países lo incluyeran en sus listas de indeseables y mucho antes de El Caguán, ya lo eran. Las Farc han ejercido la violencia durante 49 años, a lo largo de los cuales han realizado asaltos, colocado bombas, sembrado minas, asesinado, robado, secuestrado, asaltado guarniciones, incendiado, realizado terrorismo. Con esos terroristas se sentaron los delegados de Pastrana durante la campaña. Eran los que estaban en San Vicente del Caguán cuando en enero de 2009 el entonces Presidente Pastrana estuvo abriendo los diálogos de paz, el día de la silla vacía. Con esos terroristas se sentaron sus delegados en El Caguán para la negociación. Fueron esos mismos terroristas los que lo recibieron como jefe de Estado cuando fue a visitar a Marulanda y compañía.

Precisamente se habla con esa clase de personas, reconociéndoles una intencionalidad política en sus planteamientos, para evitar que los colombianos, nuestros soldados y policías, sufran otros veinte o cuarenta años de violencia, crimen y terrorismo. Para evitar más muertos. Si la paz se hubiera firmado en el año 2000, por ejemplo, se le habría evitado al país, a nuestra sociedad, millares de dolores, millares de muertos. Todos los dolores, muertes y tragedias de los últimos trece años. En esta materia no caben engaños, ni olvidos, ni mentiras. El presidente Pastrana, en su malogrado proceso de paz,  también hubiera planteado y propiciado perdón y olvido. ¿Por qué dice ahora que no son convenientes las amnistías?



Muy bueno que el gobierno norteamericano esté pendiente del proceso y ojalá que esté presente, como todos los demás países. ¿A qué título? ¿En qué condición estuvieron en el suyo? ¿Estuvieron? Por lo pronto están Cuba, Venezuela, Chile y Noruega.

Lo más curioso es que dos Gobiernos anteriores (el de Pastrana y Uribe) que fueron antagónicos en la forma de buscar la paz, el primero mediante el diálogo mientras que el segundo apostando por una salida militar podrían terminar uniéndose por las conveniencias políticas para hacer un frente contra la alternativa de Santos y la sociedad civil por la paz.    

    

martes, 30 de octubre de 2012

Uribe también intentó negociar con las FARC

Ex presidente Álvaro Uribe y su sucesor Juan Manuel Santos

Los principales diarios Colombianos destacaron la división entre los miembros del Partido de la U, gobernante en Colombia que siguen siendo fieles al ex presidente Álvaro Uribe y todos aquellos que decidieron adaptarse a la nueva agenda promovida por el gobierno abandonando buena parte del discurso de su antecesor.

El discurso de apertura ofrecido por Álvaro Uribe y la oportunidad de réplica de Juan Manuel Santos mostraron que tanto Uribe como Santos han decidido ventilar sus diferencias en público y no fingir que ambos representan dos visiones de derecha para un mismo país: la derecha pre moderna guerrerista de Uribe y una derecha abierta al mundo y que busca consolidar a Colombia ante los mercados internacionales a través del éxito de un proceso de paz. 

El ex mandatario Uribe como ya lo había hecho en otros escenarios, fue crítico de diferentes políticas del gobierno Santos teniendo un espacio importante en su discurso el proceso de paz. 

Para Uribe, el proceso de dialogo ha legitimado a la guerrilla de las FARC, les ha abierto espacios en el escenario internacional y permite la impunidad.  En una visión apocaliptica, Uribe señaló que el desenlace del proceso podría convertir a Colombia en una "dictadura castro-chavista".

Al llegar su turno, el presidente Juan Manuel Santos, no sólo se defendió sino que contraatacó a su antecesor que otrora hubiera llamado "el mejor presidente de Colombia" en un primer momento al señalar que detrás de su intervención, Uribe tenía la intención soterrada de desmembrar al Partido de la U con la creación de su movimiento..

La carta más importante de su respuesta fue la revelación de que el ex presidente Uribe intentó negociar con las FARC en su gobierno.  Este anuncio que no había sido revelado a la opinión pública tiene como fuente al actual presidente de la República de Colombia quien fuera Ministro de Defensa de Álvaro Uribe y de Frank Pearl, anterior Comisionado de Paz de la era Uribe.

La bofetada es contundente: el ex presidente que ahora se rasga las vestiduras en palabras del presidente Santos no dudo en negociar con los terroristas e incluso llegar a proponer a Brasil como país mediador. 

Más tarde vendrían los 'lagartos' (expresión Colombiana que en política es utilizada en forma despectiva para referirse a los políticos que se adaptan al momentum político buscando aferrarse a su cargo e influencia moldeando sus posturas y apoyos a la necesidad del momento) de turno.  

Roy Barreras y Armando Benedetti, quienes por ocho años de Gobierno de Álvaro Uribe se presentaron como dos de los mayores defensores del ex mandatario, al concluir la Asamblea del Partido de la U, anunciaban a Caracol Radio que el ex presidente no pertenece al Partido de Gobierno y que representa 'el pasado'.    



jueves, 11 de octubre de 2012

18 de Octubre, bienvenidos a Oslo

Oslo, capital Noruega será el escenario de instalación formal del proceso de paz Colombiano de 2012

El 18 de Octubre sería instalada finalmente la mesa de negociaciones en la que el Gobierno Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia intentarán llegar a un acuerdo que ponga fin a uno de los conflictos armados más antiguos del planeta.

Noruega, uno de los países que ha prestado sus buenos oficios en la primera fase de acercamientos exploratorios entre las partes será el lugar del primer encuentro entre el Gobierno y las FARC que luego será trasladado a La Habana, Cuba.

En este primer momento no habrán importantes definiciones.  Se presentará como la oportunidad de que los equipos negociadores se reúnan por primera vez.  En el caso de la guerrilla,  los negociadores no se habían reunido hasta el momento ya que en medio del conflicto no han tenido oportunidad de reunirse.

La decisión más importante a tomar en Noruega será la definición de los horarios de reuniones en Cuba y el trazado de una agenda entre las partes que debería ser realista para poder desarrollar la hoja de ruta en un tiempo razonable.