La “identificación racial” sigue siendo un problema en Estados Unidos. Los jóvenes negros continúan siendo más sospechosos que los blancos, son más frecuentemente parados en la calle y cacheados. Un articulista del Washington Post protesta contra la demagogia, cuenta que en Nueva York la población negra es del 23% y del porcentaje de habitantes de la ciudad envuelto en alguna acción con armas 78% pertenecen a esa etnia, normalmente jóvenes. No es raro, concluye, que los policías sean más suspicaces con la conducta de los negros.
George Zimmerman fue absuelto de su juicio por el asesinato de Trayvon Martin, afroamericano que él admitió haber cometido aunque en "defensa propia".
Zimmerman era un policía voluntario de ascendencia hispana que persiguió a Trayvon Martin ya que lo consideraba sospechoso. La persecución terminó en una confrontación. Martin que se sentía perseguido por una persona extraña atacó y Zimmerman le disparó terminando en la muerte de Martin.
La defensa de Zimmerman ha negado las acusaciones de un ataque racista. Uno de los principales argumentos es que el es hijo de una Peruana.
Aún cuando su intención no fuera deliberadamente racista, no deja de ser irónico que el miembro de una comunidad víctima de continuos ataques racistas, cuando tiene un cargo de autoridad considere a un joven de 17 años "sospechoso" por el hecho de ser negro.
Zimmerman había recibido la orden de no perseguir a Martin ya que no habían razones para considerar que iba a cometer alguna actividad criminal. Sin embargo, George Zimmerman estaba convencido de que el adolescente era peligroso sólo por su apariencia. Que es lo mismo que decir que vio a un potencial criminal basado en sus prejuicios.
El fallo de absolución fue tomado de manera unánime. No así la reacción del público divido por lo que se interpreta como una arbitrariedad del aparato judicial. Las heridas siguen abiertas en "el país de la libertad" y un debate que aparentemente había sido superado con la elección del primer presidente afroamericano sigue ahí.
Pero hay otras aristas a las que los medios no le han dado la suficiente relevancia demostrando que en los Estados Unidos existe un sistema de grandes prerrogativas a la fuerza de policía.
En primer lugar, Zimmerman fue absuelto por haber actuado en defensa propia.
¿No debería acaso considerarse como un exceso de fuerza responder a un ataque de una persona que no estaba armada con un disparo letal?
Zimmerman era además un policía voluntario. Por su cargo, no era necesario que llevara un arma. Y sin embargo lo hizo. Con la misma facilidad que los demás ciudadanos tienen de adquirir un arma en un país en que este mercado está fuera de control.
Estudios han señalado que las personas que están armadas son más propensas a verse amenazadas. El Estado no ha hecho lo suficiente por prevenir estos asesinatos.
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