martes, 20 de noviembre de 2012

Obama presidente 'por los latinos'

El Presidente Obama publicó esta imagen en brazos de su esposa, Michelle Obama al proyectarse su reelección

Las elecciones al cargo más importante de una nación democrática suelen polarizar a las personas que siguen de cerca el proceso y se decantan por uno de los candidatos.

A pesar de que la realidad nunca es a blanco y negro, las tensiones de dos discursos en apariencia contrapuestos suele generar apasionamientos.  En el momento de mayor efervescencia sentimos como electores estar viviendo una épica batalla en la que el destino de la nación, o incluso, del mundo como lo conocemos puede verse comprometido.

Dos candidatos compiten en franca lid.  Cuatro años han transcurrido y es el momento en que las fuerzas del bien (que generalmente visten de azul en los Estados Unidos) se enfrenten contra un pérfido candidato quien representa para el bando que acompañamos, el mal en su máxima expresión ya sea porque sus ocultos intereses conducirán a su país a la autodestrucción o simplemente se trate de un candidato al que se le descalifique de inexperto y que en consecuencia, su llegada al más alto cargo de la nación nos conducirá al abismo. 

Los escenarios varían: en 2004, las 'fuerzas del bien' eran encarnadas por un titubeante Kerry que se enfrentaba al Texano Bush y sus '4 años más' que sonaban para muchos a '4 guerras más'.  Este año en Francia por ejemplo, era un candidato socialista que se enfrentaba a Nikolas Sarkosy y su plan de recortes (que al final no significó un cambio tan radical como algunos esperaban).

En el caso de Venezuela, Hugo Chavez es tanto héroe como villano.  Muy seguramente, algunos de sus votantes fueron a las urnas para defender el estado de bienestar que les ha dado como población vulnerable, este 'nuevo libertador' y decirle 'nunca más' a un regreso de la derecha y sus intereses anti patrióticos camuflados en la imagen del moderado Henrique Capriles.

Para los votantes de Capriles, esta elección era más desesperada ya que era 'la última oportunidad' para recuperar la democracia que sienten les fue arrebatada con la perpetuación de Chavez en el cargo de presidente y la acumulación de poder que comparan con la dictadura de los Castro en Cuba. 

El Obama de 2012 fue sin embargo, una sombra de lo que fue en 2008 cuando representaba la "esperanza" en su máxima  expresión.  ¿Quién hubiera imaginado tras 8 años de presidencia de Bush que un senador demócrata afroamericano, hijo de un Keniano con una trayectoria mucho más corta que su mayor contrincante en las primarias, Hillary Clinton; o el senador Republicano John Mc.Cain llegaría a ser presidente de los Estados Unidos?  

¿Quién se podía oponer al carisma arrollador del representante de la esperanza, del cambio, del 'sí podemos'?  Tras 8 años de guerras, oscurantismo, fraude electoral, relaciones internacionales de espaldas al mundo, imposición de la doctrina de guerra total contra el terrorismo y una crisis económica, la elección de Barack Obama parecía un bálsamo para los Estados Unidos y el mundo. 

Pero en estos 4 años sus 'fans' hemos tenido que pasar de la esperanza a la resaca y en muchos casos a la decepción.  

El liderazgo a través de la cooperación ha sido claro.  Sin embargo, las guerras iniciadas por Bush han terminado apenas a medias.  La prisión de Guantanamo no fue cerrada.  La crisis económica heredada no ha culminado completamente y la recuperación se ve larga.  

La Reforma Migratoria, una de las promesas de campaña no fue seriamente presentada por el presidente Obama quien estuvo demasiado ocupado intentando hacer aprobar una Reforma Integral al Sistema de Salud, que permitió que por primera vez en la historia de la Potencia del Norte se hablase del acceso al sistema de salud como Derecho Universal.  Una labor plausible pero que eliminó de la agenda los intereses de los latinos.

El candidato Mitt Romney no logró quitarse la etiqueta de elitista  ni regresar  a una postura como líder moderado tras las primarias Republicanas
  
¿Cómo volver a confiar en nuestro líder en momentos en que se presentaba como un mal menor en comparación con el retador Romney?

Las justificaciones no eran del todo convincentes.  Lo cierto es que las expectativas rebasaban con creces la realidad de un hombre.  Una realidad que implicaba que Obama no podría, tras 4 años de desgaste natural transmitir la misma esperanza.

Uno de los primeros elementos que motivo la elección de Obama no fue tan positivo como el de su primera elección: el miedo.

Miedo al candidato rival.  Como gobernador, el millonario Romney, promovió una reforma a la salud similar a la del Gobierno Obama y fue un moderado, algo que disgusta a las bases de su partido.

Pero para ganar las primarias, Mitt Romney tuvo que dar un giro de 180° y declararse un conservador que se complacería de prohibir el aborto y político anti inmigrante que la única alternativa que le daba a los latinos a los que acusaba de ser los responsables de la pérdida de empleos era la auto deportación frente a la persecución (a pesar de que su bisabuelo era Mexicano).

Un viraje que acertadamente señaló el ex presidente Bill Clinton como digno del Cirque du Soleil.  Perfecto para ganar la candidatura republicana pero suficiente para atraer consigo la apatía e indignación de los latinos y el recelo de los votantes que no se identifican con ninguno de los dos partidos principales de los Estados Unidos.  Un premio envenenado.

El punto de ebullición llegó sin embargo con la filtración de una conversación privada en la que Romney hablaba de ese 47% de votantes de Obama al que calificaba de parásitos.

Romney había cruzado un punto de no retorno y los 'Obamistas' habían reforzado sus razones para apoyar al candidato: era necesario impedir una presidencia de Romney un candidato que lo único que representaba  era los intereses de los más poderosos y de las clases más favorecida sobre los derechos civiles de los homosexuales, los latinos, las mujeres y los grupos religiosos minoritarios o ateos.

¿Era Romney ese monstruo realmente o simplemente fue una víctima de su táctica política que lo convirtió en un excelente precandidato pero un inevitable perdedor en las elecciones presidenciales?  ¿Habría hecho otro malabarismo para adaptarse a la situación de ser electo presidente como suelen hacer tantos políticos de forma oportunista? 
Se trata de un escenario sobre el que sólo se pueden hacer conjeturas.

Obama en contraste representaba una agenda liberal que si bien no había cumplido todas sus promesas de campaña había dejado en claro su talante y una concepción moderna del estado por el que aspiraba trabajar.   

Porcentaje del voto latino según encuesta realizada por Pew Hispanic

Uno de los primeros pasos para recuperar el apoyo de los votantes progresistas por parte de Obama fue el apoyo de una iniciativa de matrimonio igualitario, convenientemente anunciada a pocas semanas de haber anunciado su candidatura.

Era cierto que las deportaciones no se detuvieron durante el Gobierno Obama.  Pero también lo era que los Republicanos no eran una alternativa.

Y después de todo, Obama promovió el nombre de Sonia Sotomayor como Magistrada de la Corte Suprema de los Estados Unidos convirtiéndose en la primera latina en ocupar la más alta magistratura  en los Estados Unidos; apoyó el Dream Act que permitiría la regularización de estudiantes indocumentados y que ha sido bloqueada por el Partido Republicano.

Obama no podría ser más el candidato de la esperanza pero se convirtió en presidente gracias a los latinos y en general, gracias a las minorías que no tuvieron voz por mucho tiempo en su país.  Personas en una situación como fue la suya alguna vez.

Esto dibuja un nuevo panorama que pone en alerta a los Republicanos que no podrán volver al poder de mantener un discurso tan conservador y polarizante.

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